Pablo Moyano decidió dar por terminadas las especulaciones y, en una reunión en la sede de Camioneros con dirigentes del Frente Sindical, ratificó que se queda en la CGT. Así se lo manifestaron a los Diarios únicos  fuentes del gremio.

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El referente gremial quedó molesto con sus pares, con Héctor Daer sobre todo, por no haber sido invitado a una cena con Alberto Fernández en la Quinta de Olivos en la noche del lunes. 

Dejó trascender su malestar, además de su posible renuncia a la central obrera, con el correr de las horas. La actitud de sus pares, que integran la mesa chica de la calle Azopardo, para Moyano no es nueva y sigue generando resquemor dentro del principal colectivo sindical, con criterios distintos notorios entre moyanistas, gordos e independientes.

Sinn embargo, ante su gente de confianza, como Mario Manrique (de SMATA) y Omar Plaini (de Canillitas), dio marcha atrás. Un argumento: no contribuir a la división sindical en un contexto político y social complejo. 

El representante de Camioneros lo repitió en varias ocasiones: puede criticar a la CGT, exhibiendo diferencias, y al Gobierno pero no piensa aunar esas divergencias para facilitar un hipotético triunfo opositor en 2023.