Primero de Mayo es la fiesta más importante del movimiento obrero mundial. Actualmente en la mayoría de los países es una fecha en la que se recuerda y valoriza la lucha del movimiento obrero y se honra la memoria de los Mártires de Chicago

El Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo es la fiesta más importante del movimiento obrero mundial. Actualmente en la mayoría de los países es una fecha en la que se recuerda y valoriza la lucha del movimiento obrero y se honra la memoria de los Mártires de Chicago.

Veamos cómo comenzó a gestarse ese histórico día.

En los Estados Unidos durante la segunda mitad del siglo XIX la industria creció más que en ningún otro lugar en el mundo. Entre 1820 y 1870 el reemplazo de la producción manufacturera por la producción maquinizada, así como el impresionante desarrollo de plantas fabriles transformó completamente al país. Esto produjo una verdadera revolución en la economía, la sociedad y el estilo de vida, cambiando de alguna manera todos los aspectos de la vida cotidiana.

En esa etapa Chicago se transformó en la segunda ciudad en número de habitantes del país debido a su pujante centro industrial. Sin embargo los trabajadores de Chicago, que fueron quienes llevaron el mayor peso en ese dramático proceso, estaban en peores condiciones que los de otras ciudades. Padecían todo tipo de abusos laborales. Vivían hacinados en villas muy humildes, carentes de toda infraestructura donde habitaban cientos de miles de trabajadores. La gran mayoría jamás veía a sus mujeres e hijos a la luz del día. Los salarios eran miserables, las jornadas de trabajo larguísimas. La explotación era feroz, rayana en la esclavitud.

Este contexto fue el germen de la lucha por los derechos civiles que hoy recordamos al celebrar el Día del Trabajo. En ese momento los trabajadores mancomunaron sus reclamos en una de reivindicación básica, la jornada de ocho horas. La máxima era: «ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso».

El entonces presidente de los Estados Unidos, Andrew Johnson, promulgó en 1868 la llamada ley Ingersoll, mediante la cual se establecía la jornada laboral de ocho horas. Posteriormente sancionaron leyes similares 19 estados. Sin embargo la mayor parte de los empleadores se negó a acatar la ley.

La lucha que llevaba varios años, tuvo un hito 1º de mayo de 1886, día en que los trabajadores de la ciudad industrial de Chicago iniciaron una huelga. En esa ciudad se adhirieron por lo menos 30.000 obreros. Pararon todos los trenes, en los muelles solitarios las barcazas se veían repletas con su carga, cerraron los corrales de ganado. Un periódico de Chicago informó: «No salía humo de las altas chimeneas de las fábricas y talleres; y todo tenía un aire dominical«.

Los trabajadores de otras ciudades se sumaron en diferentes marchas, como ejemplo mencionamos :
Detroit, 11.000 trabajadores; Nueva York, 25.000 obreros marcharon con antorchas; 40.000 hicieron huelga. En Louisville, Kentucky, marcharon más de 6000 trabajadores, negros y blancos, violando deliberadamente el edicto que prohibía la entrada de gente de color.

La masacre de McCormick

Los propietarios de la planta de McCormick Reaper habían cerrado su planta a los trabajadores sindicalizados desde mediados del verano, pero diariamente entraban a trabajar grupos de obreros rompehuelgas, protegidos por la policía. El 2 de mayo un grupo de 6000 ó 7000 trabajadores huelguistas se reunieron a escuchar el discurso de August Spies, activista anarquista miembro de la «Asociación Internacional del Pueblo Trabajador». En el momento en que los rompehuelgas salían de la planta, cientos de los asistentes al acto se trabaron en lucha contra ellos.

En medio de una batalla de piedras de los obreros y balas de la policía, por lo menos dos trabajadores cayeron muertos y muchos quedaron heridos. Durante los siguientes días murieron más trabajadores. El 4 de mayo estalló una bomba contra las fuerzas policiales. Como resultado hubo un policía muerto y varios heridos. Este hecho fue conocido como «el atentado de Haymarket». Por su parte la policía disparó sus balas contra los obreros matando e hiriendo a un número desconocido de ellos.

El gobierno declaró el estado de sitio y el toque de queda. Cientos de trabajadores fueron detenidos y golpeados. Indiscriminadamente se los acusaba del asesinato del policía. Bajo esa acusación el 21 de junio de 1886 comenzó el juicio a 31 obreros, luego quedaron ocho. Todos fueron condenados, dos de ellos a cadena perpetua, uno a 15 años de trabajos forzados y cinco a la muerte en la horca. La culpabilidad de los condenados nunca fue probada.

Lo ocurrido ese 1º de Mayo fue tan determinante que en este siglo XXI muchos países en el mundo rememoran este día como el “Día Internacional de los Trabajadores” y lo consideran origen del movimiento obrero moderno.

Hay países que festejan el Día del Trabajador en fechas diferentes. Como ejemplo mencionamos que paradójicamente para Estados Unidos no es el 1º de Mayo. En general países de colonización británica, como los Estados Unidos de América y Canadá, celebran el Labor Day (Día del Trabajo) el primer lunes de septiembre.

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