- 10 de julio de 2022
Ni Batakis ni la Bola de Cristal resuelven este entuerto si la política no se ordena y reconoce que sin crédito (ni en dólares, ni en pesos, aún en un mercado encepado) y con una moneda detonada, no hay lugar para seguir postergando las correcciones.
Ni Batakis ni la Bola de Cristal resuelven este entuerto si la política no se ordena y reconoce que sin crédito (ni en dólares, ni en pesos, aún en un mercado encepado) y con una moneda detonada, no hay lugar para seguir postergando las correcciones.
La escalada en la brecha cambiaria con un dólar marginal orillando los $ 300, casi 50% más de lo que valía en mayo asegura un nuevo salto en la tasa de inflación de julio y un corrimiento en las proyecciones para el año arriba del 80%.
Literalmente en las últimas dos semanas desapareció la oferta de muchos bienes importados y/o con componentes importados, frente a la incertidumbre sobre el costo de reposición que coordinó el cierre al cepo,
Para pagar importaciones en los últimos tres días de junio y la escalada en la brecha cambiaria, que había arrancado con la detonación del mercado de deuda en pesos el 8 de junio pasado, agravada con la grotesca salida de Guzmán el sábado a la tarde en medio del discurso de la vicepresidenta en Ensenada.
Los precios de los bienes que se consiguen, sobre todo los durables y semidurables, son ridículamente altos en comparación con países normales (hasta tres y/o cinco veces más caros al dólar marginal), mientras las tarifas son ridículamente bajas (el transporte público en AMBA vale 6 centavos de dólar).
En tanto la capacidad de compra de los ingresos está muy dañada, sobre todo en sectores informales y/o cuenta propia que no tienen quién “los proteja” en la negociación.
Mientras los salarios formales acumulan en promedio una caída de 23% en la capacidad de compra desde 2015, los informales acumulan una mayor al 30%, diferencias ambas que se agigantan con el nuevo salto en la inflación
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